viernes, 30 de julio de 2010
Soñé que había muerto
Esta semana soñé que mi madre había muerto. Desesperado me veía llevado a la angustia de llamarla en su ausencia: "mamita, mamita". Como en "Ghost, la sombra del amor", reaparecía el fantasma cálido y cándido de mi madre con los barzos abiertos en señal de cariño.
Este sueño me dice que mientras yo esté vivo, en mí, el alma de mi madre va a estar viva aunque ella muera porque siempre la tendré incorporada como una presencia nutriente, fortalecedora y contenedora; y sé que me cuidará hasta el último momento.
Aunque el sueño tiene un aspecto de angustioso también tiene algo de bello en que, frente a mi desesperación y soledad después de su muerte, ella regresa a acompañarme y quererme.
Este sueño me dice que mientras yo esté vivo, en mí, el alma de mi madre va a estar viva aunque ella muera porque siempre la tendré incorporada como una presencia nutriente, fortalecedora y contenedora; y sé que me cuidará hasta el último momento.
Aunque el sueño tiene un aspecto de angustioso también tiene algo de bello en que, frente a mi desesperación y soledad después de su muerte, ella regresa a acompañarme y quererme.
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