sábado, 1 de enero de 5555
Epígrafe
En la actualidad la gente no tiene la costumbre de narrar el relato de sus sueños. Es una parte de la historia que no se escribe sino en el cine privado de las mentes. Tal vez el ojo de Dios asista a estas espectaculares proyecciones de nuestra propia biología y de nuestra psique. Tal vez en el futuro, con algún tipo de maquinaria, podamos extraer de nuestras mentes las mismísimas imágenes y sonidos que soñamos, tal y cual se han ido desarrollando en nuestro inconciente.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)